Aplicando el carácter del artesano en nuestra vida y trabajo
NOTA Link to heading
Esta es mi propia interpretación del artículo Measure Twice, Cut Once: Applying the Ethos of the Craftsman to Our Everyday Lives escrito por Brett & Kate McKay.
A través de las culturas y el tiempo, el arquetipo del artesano ha representado la habilidad del hombre de crear y ha sido una marca de la madurez. Es el Homo Faber - hombre que fabrica. En lugar de consumir pasivamente y dejar que las cosas pasen, el artesano modela el mundo a su parecer y proactivamente le da forma e influencia. Antiguos filósofos en el Oriente y Occidente ha usado al artesano como un símbolo de quien contribuye a su comunidad y como una insignia de la humildad, autosuficiencia e industria.
Cuando imaginamos el arquetipo del artesano, se nos vienen imagenes de hombres barbudos con delantales de cuero y arremangados, trabajando duramente en sus talleres produciendo artículos bellos y funcionales. Lo interesante es que los antiguos griegos tenían una idea más inclusiva del artesano que en la concepción moderna. Aparte de los albañiles, alfareros, y carpinteros, los antiguos griegos incluyeron trabajos que actualmente son considerados como “profesiones de conocimiento” como los médicos, legisladores, y administradores bajo la etiqueta de artesanos. Incluso el trabajo de un padre era considerado un oficio que requiere el mismo cuidado y atención a los detalles como el de un carpintero. En efecto, los antiguos griegos creían que los valores y carácter de la artesanía eran cosas que todos debían procurar para vivir. Al hacerlo, un hombre podría lograr el areté, o excelencia y por lo tanto, la eudaimonia, o una vida próspera.
Con el tiempo, el ideal de la artesanía fue acordonado a solo las artes técnicas. Médicos y legisladores dejaron de verse a sí mismos como artesanos, como los filósofos y científicos naturales que estaban más preocupados con lo teórico que con lo práctico. Tal cambio es una vergüenza, pero los principios de la artesanía aplica a todos los hombres, ya sea que fabrique muebles o trabaje con números. A continuación, echaremos un vistazo de cómo estos principios generales de la artesanía tradicional pueden aplicar en todas las áreas de la vida y tu profesión.
Haz las cosas bien por el simple hecho de hacerlas bien Link to heading
Haz cada producto mejor que como se haya hecho antes. Haz las partes que no puedes ver tan bien como las partes que puedes ver. Usa siempre los mejores materiales, incluso para los artículos de uso diario. Presta la misma atención a los detalles más pequeños como a los más grandes. Diseña cada artículo que hagas para que dure mucho tiempo.
Algo fundamental en el código de la artesanía es el deseo de hacer algo bien por su propio bien. Por supuesto, el artesano debe de recibir un pago por su trabajo, pero no es el cheque el que determina qué tan bien hace su trabajo. Un verdadero artesano trabajará hasta que el trabajo esté terminado y bien acabado.
La ética se aplica en objetos tangibles como en trabajos etereos. La recompensa de hacer un trabajo exhaustivo y profundo puede ser monetaria, pero puede pasar desapercibida por el cliente o el jefe. La recompensa más satisfactoria al vivir la ética de la artesanía es el sentimiento de orgullo que viene al saber que entregaste tu mejor esfuerzo. Es una satisfacción de buscar la integridad interior canalizada con la calidad de un trabajo exterior.
Planea, pero no mucho Link to heading
Con cualquier proyecto, el artesano crea dos veces: primero mentalmente y luego físicamente. Antes de colocar el cincel en la piedra o el martillo en la madera, el artesano ya ha creado su trabajo en la mente. En otras palabras, se planea cómo generar el objeto a partir de la materia prima y sus herramientas disponibles.
Por otro lado, mientras el artesano comprende la importancia de la planeación, no es demasiado fastidioso al respecto. En lugar de planos detallados, el maestro artesano prefiere un bosquejo porque sabe que los problemas no detectados (u oportunidades) pueden salir cuando esté trabajando. El bosquejo, según el filósofo Richard Sennett, proporciona un “procedimiento de trabajo que previene un cierre prematuro”. Le da estructura, pero deja espacio para improvisación y cambio según se requiera.
Algunos caen en la trampa de tratar de planear cada simple detalle. La sobreplaneación provoca frustración cuando las cosas no siguen exactamente el plan ideal. Aún peor, la atención intransigente a un plan altamente detallado puede causar la pérdida de oportunidades más satisfactorias que no se pudieron pronosticar de antemano.
Mide dos veces, corta una vez Link to heading
Esta es una de las máximas más simples y memorables de los artesanos, aunque no es siempre fácil seguirla todos los días.
Trabaja con lo que tienes Link to heading
El artesano maestro entiende que la mayoría de las veces no tendrá los materiales, las herramientas o el entorno para trabajar ideales. Imperfecciones en la madera o en la piedra pueden aparecer de manera imprevista. En lugar de frustrarse por las curvas, el artesano maestro ajusta sus planes y trabaja esas imperfecciones en su creación para que nunca te enteres que estuvieron ahí. Incluso podría convertir la imperfección en una fuente de fortaleza en la pieza.
A veces un artesano no tiene las herramientas exactas para lo que necesita, por lo que improvisa con lo que tiene y aprende algo nuevo en el proceso. Como Sennettt argumenta, “volverse mejor al usar las herramientas que vienen a nosotros, cuando las herramientas nos retan, y este reto a menudo ocurre solo porque las herramientas no son las adecuadas. Estas puede que no sean lo suficientemente buenas o sea difícil averiguar cómo funcionan… Sin embargo, venimos a usarlas, y la incompletitud de la herramienta nos ha enseñado algo”.
Justo como el artesano no puede controlar exactamente con lo que tiene que trabajar, no podemos controlar cada aspecto de nuestra vida. Todos tenemos diferentes materiales y circunstancias para trabajar. Algunos hemos nacido con discapacidades físicas o mentales. Los reveses pasan como el divorcio, accidentes, y despidos laborales. En lugar de trabajar contra esta resistencia, aceptala como el artesano. En lugar de ver esas limitaciones y contingencias como obstáculos velos como oportunidades creativas e incorporalas en tu vida como piezas de texturas únicas e interesantes.
Cultiva la paciencia Link to heading
Un buen artesano tiene la paciencia de estar con trabajo frustrante, incluso cuando tome más tiempo del que pensaba originalmente. Evita la frustración viviendo la siguiente máxima: cuando algo toma más tiempo de lo esperado, deja de pelear y aceptalo.
Muchas de las frustraciones en la vida moderna se pueden evitar si desarrollaramos esta paciencia zen del artesano. Los modernos tenemos una expectativa perversa que las cosas deben de suceder ahora. Queremos que los correos electrónicos sean respondidos inmediatamente e incluso esperamos que el éxito ocurra en seguida. Mark Zuckerberg no es la historia de éxito promedio, entonces deja de intentar de ser como él. La realidad es que las cosas casi siempre toman más de lo esperado, especialmente las cosas buenas y nobles. Entonces en lugar de pelearlo, aceptalo como lo hace un artesano calmado. La vida se volverá más agradable y menos estresante una vez que cultives la virtud de la paciencia.
Deja ir tu Ego Link to heading
El artesano voluntariamente se abre a la enseñanza, crítica, y juicio de sus colegas y clientes porque esa la única manera en la que puede mejorar. Él no toma la crítica de manera personal porque el artesano está más preocupado en hacer buen trabajo que sentirse bien por su trabajo. Un verdadero artesano comprende que a nadie le importa cómo se siente con su trabajo. Al final él sabe que la única pregunta importante es: “¿funciona?”
De acuerdo con Crawford, “el comerciante debe contar con el infalible juicio de la realidad, donde las fallas o deficiencias de uno no pueden interpretar”. El trabajo del artesano no es banal. El artesano debe de, como comenta Crawford, apuntar y decir “la construcción se mantiene en pie, el auto se mueve, las luces se prenden”. En lugar de demostrar concretamente si su creación o reparación es exitosa, el artesano debe de afrontar los instrumentos que determinan si su trabajo es “verdadero” - el nivel, la escuadra, el compás, la plomada, la regla. No hay desatino con estas herramientas. El anaquel que hace un carpintero está nivelado o no.
La cultura moderna nos ha adoctrinado que es más importante sentirse bien por nuestro trabajo que concentrarse en hacer un buen trabajo. Los libros de autoayuda y de carrera nos dicen que debemos buscar un trabajo que se sienta “auténtico”. Los niños en la escuela son enseñados de que la única cosa que cuenta es su esfuerzo, no si su trabajo está bien o es correcto. Crawford llama a este énfasis en los sentimientos en lugar de los resultados una ética del consumo contraria a la ética de artesanía.
El problema con la ética del consumo es que crea individuos con egos inflados y frágiles que no son capaces de soportar las críticas ásperas ni los juicios que invariablemente llegan en la vida y en el trabajo. A los clientes y jefes no les importa si te sientes “auténtico” cuando escribes un memorandum o si te esforzaste mucho en un proyecto. A ellos les importan los resultados. En la vida, a menudo se necesitan errores para ser mejor. No puedes mejorar si nadie apunta a tus flaquezas.
Si deseas convertirte en el mejor hombre que puedes ser, debes de deshacerte de la ética del consumo de los sentimientos y reemplazarla con la ética de la artesanía de los resultados. ¿Funciona tu creación? ¿Se ve bien? ¿Agrega algo al mundo? Si no, busca retroalimentación y usa esa crítica para mejorar tu trabajo.
Desarrolla tu sabiduría práctica Link to heading
Con los años de experiencia, el artesano desarrolla algo que Robert Green lo llama “intuición magistral”. Él puede percibir problemas y soluciones con la simple observación de un objeto o escuchando cómo opera. Lo comparo como cuando alguien sabe algo anda mal en su auto con el solo sentir cómo se conduce o escuchando algo sutil que no se escuchaba antes. Crawford argumenta que la habilidad del artesano maestro de intuír y trabajar con “corazonadas” le permiten “saber qué hacer cuando las reglas se agotan o no hay reglas en primer lugar”. Es lo que permite que un buen mecánico automotriz pueda diagnosticar un problema en la transmisión aún cuando las pruebas computarizadas digan que que la transmisión está bien o cuando un carpintero conoce qué tipo de unión funcionará mejor con un proyecto.
Aristóteles le llamaba a este tipo de intuición frónesis, ó sabiduría práctica. El antiguo filósofo creía que la frónesis era una virtud que todos los hombres deben desarrollar, no solo los carpinteros o albañiles. La sabiduría práctica es lo que nos permite hacer buenos juicios cuando nos enfrentamos a decisiones cuando no hay una respuesta correcta o incorrecta. Nos da la habilidad de “hacer lo correcto, a la hora correcta, por la razón correcta”. Aristóteles argumentaba que la sabiduría práctica para la vida diaria se desarrolla de la misma manera como los artesanos la desarrollan - a través de la experiencia y a prueba y error.
La maestría trae significado Link to heading
La maestría es el objetivo del verdadero artesano. Como aprendiz, el futuro artesano dedica años de su vida a la humilde sumisión de la observación pasiva. Él observa a su maestro trabajar presta atención a sus instrucciones. Después de años de observación pasiva, el aprendiz empieza a experimentar su oficio para determinar su habilidad. A través de años de prueba y error, lentamente afila su habilidad para conseguir un filo. Aún cuando un artesano ha obtenido el nivel de maestro, continúa dedicando su vida a la mejora constante. Él comprende que al incrementar su habilidad, incrementa su valor. Al dominar su oficio, el artesano mejora su capacidad de vivir con la ética de la artesanía, que le permite sentir una satisfacción personal más profunda, desarrollar confianza, contribuír a su comunidad, descubrir un significado mayor y la plenitud de su trabajo.
Daniel Pink remarca que su investigación ha mostrado que, contrario a la creencia popular, no es el tipo de trabajo que logra la plenitud personal. Sino la maestría de nuestro trabajo (junto con la autonomía y el propósito) lo que proporciona satisfacción. Si sientes que careces de sentido en tu trabajo o en tu vida, sigue el ejemplo del artesano al cultivar la maestría. Si eres programador en computación, que tu objetivo sea mejorar constantemente tus capacidades; si eres gerente, lee acerca de las investigaciones gerenciales y aplicalas en tu trabajo diario. Al cultivar la maestría, incrementarás tu eficacia personal y tu habilidad de dejar una huella en el mundo.
Encuentra tu taller Link to heading
Frecuentemente imaginamos el arquetipo del artesano afanado en solitario en su taller, pero históricamente, la vocación del artesano era y sigue siendo muy social. Cuando un maestro artesano quería unirse con otros maestros, se dirigía al gremio más cercano donde nuevas perspectivas eran compartidas y las políticas de oficio eran debatidas. Ahora, como antes, el taller del artesano es el verdadero concentrador de su socialidad. Ahí educa y enseña a un aprendiz o navegante, trabaja con sus colegas e interactúa con sus clientes.
El taller y el gremio le dan al artesano un sentido de comunidad, identidad, y pertenencia. Crawford dice esto sobre la comunidad que la artesanía fomenta:
“Mi trabajo me sitúa en una comunidad particular. Las estrechas cosas mecánicas de las que me encargo están inscritas a un circulo mayor de significado; ellos están al servicio de una actividad que reconocemos como una parte de una vida bien vivida. Este reconocimiento común, que no necesita ser hablado, es la base de una amistad que orienta las imágenes concretas de la excelencia”
En su núcleo, el taller del artesano es un grupo de honor. Es el hogar de un grupo íntimo y pequeño de hombres, donde el código de honor - en este caso, la ética de la artesanía - guía y forma el comportamiento de aquellos dentro de las paredes del taller. El honor tradicional inspira y obliga a los hombres a que sean los mejores. La comunidad unida que requiere el honor sirve como freno al narcisismo y recuerda al hombre que él no es el centro del universo. Más importante, el honor le da significado a la vida del hombre.
Imita al artesano al encontrar tu taller metafórico. Sé intensional al formar hermandades. Encuentra a tu pelotón de hombres que te harán responsable de un código de honor que demanda excelencia y honestidad en todo lo que haces.
Ya sea que pases tus días sumergido en aserrín, papeles o pañales, al adoptar, vivir y trabajar con los valores tradicionales del artesano encontrarás más plenitud personal y significado, enriquecerá a tu familia y comunidad, y martilleará, moldeará y esculpirá un legado indeleble como hombre.